Cuando las máquinas aprendieron a escribir por mí
Del Visual Basic a la programación asistida por IA: cómo la inteligencia artificial está automatizando el código y acelerando el desarrollo de software.
«La imaginación es un lenguaje universal; hoy, por fin, las máquinas lo entienden». — Cóndor
1. Horizonte sureño
Nací programador entre lagos y volcanes del sur de Chile. Internet era apenas un rumor; los manuales de Pascal, Cobol y Clipper eran mis alas. Descubrí que con el idioma correcto escribirle a las máquinas materializaban cualquier fantasía.
2. El hechizo y la grieta
Pronto elegí un solo dialecto: Visual Basic de una Microsoft en ascenso. Ocho años de magia: interfaces, sistemas completos y prototipos que aliviaban dolores de empresas. Pero apareció la restricción: mis manos, mi tiempo. Por mucho que mi mente trazara miles de líneas de código imaginará interfaces, el teclado era un cuello de botella que ningún café podía ensanchar, y el tiempo se convertia en una carga dificil de sobrellevar.
Formé equipos, optimicé, refactoricé… y aun así la velocidad seguía siendo tirana. Cansado y con un profundo sentimiento de vacio, archivé la capa de desarrollador y me prometí regresar solo el día cuando existiera algo capaz de leer mi mente y convertir esas imagenes en realidad y por supuesto teclear por mí 😂.
3. La promesa se hace código (2025)
Hoy la programación asistida por IA conversa en cualquier lenguaje y escribe más rápido de lo que puedo pensar el próximo if.
- GitHub Copilot me genera módulos completos a partir de simples comentarios.
- Claude refactoriza legados enteros con un prompt claro.
- ChatGPT Code Interpreter crea prototipos, prueba APIs y corrige errores en segundos.
Con estas alas, y después de entender las herramientas que utiliza la ia me decidí a poner manos a la obra o mas bien la imaginacion 😁.
4. Mi primer proyecto con IA
Siempre me ha fascinado la complejidad de los sistemas robustos como los ERP. Decidido a comprobar si la inteligencia artificial podía comprender su lógica de negocios, me lancé a la aventura. Sin pensar en mis antiguas limitaciones de teclear código ni en la necesidad de dominar un lenguaje en particular, describí a la IA la integración que imaginaba.
Comencé a eso de las 11:30 p. m.; para mi sorpresa, en cuestión de minutos iba viendo el código surgir frente a mis ojos. A la 1:00 a. m. lo probé: “¡It’s alive, it’s alive!”, como el Dr. Frankenstein. El módulo se comunicaba con el ERP, consultaba y entendía una base de datos enorme como si siempre hubiese pertenecido allí.
Me quedé helado. Lo verifiqué una y otra vez: funcionaba. Cuando miré el reloj eran casi las 3:00 a. m.; mis neuronas chisporroteaban ante un futuro de abundancia ilimitada donde las ideas cobran vida sin el yugo del teclado.
5. Abundancia que despega
Esto inaugura una era donde:
- Cualquier creador puede prototipar sin saber sintaxis.
- Las soluciones florecen en nichos antes ignorados.
- El cuello de botella es la imaginación, no los dedos.
- El valor humano migra a la estrategia, la ética y la poesía del problema.
6. Tu primer aleteo
Cómo empezar con la programación asistida por IA (lista rápida):
- Elige un sueño: piensa en una tarea que te restringe, te toma tiempo.
- Describe la idea a Claude o ChatGPT: “Tegno el siguiente problema…”.
- Permite que te den la solución: prueba, depura con tu asistente y valida el resultado.
- Comparte tu experiencia usando #VueloIA para que la bandada crezca.
7. Invitación a la bandada
Si en los 90 te rendiste—o si nunca te atreviste—a escribir código, este es tu llamado. Hoy la IA se convierte en tu socio digital y acorta la brecha entre imaginación y producto.
Lecturas siguientes
- Próximo post: “Tú Nuevo Propósito en la era de las máquinas” (en preparación).
- Historia de GitHub Copilot — enlace interno.
Despedida: Alza vuelo; los vientos son de silicio y tus sueños llevan turbo — ¡a la Cóndor!